Sacramentos
Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia de Dios y mediante los cuales se otorga la vida divina; es decir, ofrecen al creyente el ser hijos de Dios.
Los sacramentos se administran en distintos momentos de la vida del cristiano y simbólicamente la abarcan por entero, desde el bautismo hasta la unción de los enfermos.
Los sacramentos son siete y están clasificados en tres partes: de iniciación, de curación y de servicio a la comunidad. De iniciación son tres: bautismo, confirmación y eucaristía. De curación son dos: reconciliación o confesión y unción de los enfermos y por último de servicio a la comunidad son dos: orden sacerdotal y matrimonio.
La mayoría de los sacramentos solo pueden ser administrados por un sacerdote. Además, en el sacramento del matrimonio los ministros son los mismos contrayentes: